sábado, 31 de agosto de 2019

Quisiera ser un pez.


Hoy es un dia soleado. Anoche me tome dos cervezas y dos vasos de fernet, canté unas canciones a los gritos y de corazón.
 Me divertí, me entretuve haciendo eso.
Mai, para mi sorpresa, me acompañó sin molestarse, me toleró (mejor dicho).
 Dejé pasar otra oportunidad de cantar en un bar, era un concurso de canto.
 Les pasé una pista, la de “crímenes perfectos” de Andrés.
 Y, nada, confirmé otra vez para ir, y no fui.
 “Quisiera ser un pez” suena en el trabajo esta mañana. 
Buena canción para sumergirse.
A veces es mejor dejarlo todo correr.

lunes, 26 de agosto de 2019

Lunes es ansiedad.


Bueno, hacía mucho que no escribía.
Estoy medio mal por unos asuntos de trabajo.
El finde lo pasamos bien con Mai, viendo El Gran Hotel.
El sábado tuve un período largo de ansiedad, pura ansiedad, donde me angustié un tanto. Canté canciones como para sobrellevar la ansiedad, pero no me terminé de aliviar. Ayer domingo también estuve ansioso, con mucha mierda en las venas queriendo salir disparado a cualquier lado, quería gastar energías porque no hice un carajo más que estar sentado en el sillón con Mai viendo la serie.
Atrás mío está Johanna escuchando música melódica vieja seguramente le hace acordar a su pago, a alguien que dejó o la dejó en su Venezuela querida. Debe ser muy difícil la inmigración.
La idea es volver a reunirnos otra vez este mes que viene. Me hace gracia, la verdad, porque se extraña un poco a los hermanos, la candidez de algunos, esas caras que son las caras que he visto más en toda mi vida.
Desde la angustia sigo reclamando estar mejor, viendo de lejos la felicidad plena, creer saber cómo conseguirla, estar esperándola de brazos cruzados, querer salir a buscarla y temer perder en el intento, temor a cansarme por nada, sigo en la mediocridad. Pero habrá que juntar fuerzas, y estar bien, estar.
Hoy hay aires de verano,  y esos aires me traen esos días de volver de la escuela, de estar en casa por las tardes o caminando las calles de mi barrio.

viernes, 9 de agosto de 2019

Atacama

  A todos aquellos adolescentes:
  Vivan su adolescencia,  sobrevívanla con ímpetu.  
 Junten anécdotas  porque el día de mañana esas anécdotas serán risa,  
 perfumarán  su mundo,
 este nauseabundo mundo,
 feroz mundo.
  Cuando seas adulto vas a escuchar esa canción que pasan en el gimnasio mientras te mirás como un gil en el espejo,
 y se te va a retorcer el alma. 
 Gritá todos los goles.
 Reíte mucho con esos amigos que dejarán su huella y mañana se los llevará el vendaval,
o te lleva a vos.
Comé la comida de mamá, repetí el plato.
Que las mentiras del dinero no te marchiten.
Atentamente, tu socio del desierto.

martes, 6 de agosto de 2019

Julie


Hoy vi a Julie en el bondi, radiante y hermosa como siempre, qué lindo verla tan temprano!
Ella fue el primer café que me tomé esta mañana. Pero espumante café.
La charla le gustó parece. Qué linda estaba por favor! Esos ojos, dos gotas de sol, su sonrisa siempre tan singular. Su voz con “sh” predeterminante. Dulce. Cálida. Ella…
Siempre tan cercana y lejana para mí.
Todavía sigo fantaseando hacer cosas ridículas por vos.
Como este texto quizá. Tratando de sorprender. Siendo yo o enmascarando mi frustración. No se.
Tu cara sigue muy fresca en mi mente. Y no la quiero borrar.
Qué angel. Luminosísimo. Encandilante. Sí. Re exagerado.
Lo exagero porque tuve una mañana de mierda. Con un alba retorcedor. Leyendo Bukowski, lectura que estuvo a la altura de mi pesar decadente.
No se si la volveré a ver o qué.
No le pedí el teléfono, ni su nombre en las redes sociales porque soy un tipo fiel aún.
Dejaré este suceso como un suceso de resurrección.
Un simple encuentro en el colectivo, como pasan miles por día.
Hasta siempre, Julie.
Ella:-"Lindo verte"
Yo: - "Lo mismo digo, qué tengas un buen día".




lunes, 5 de agosto de 2019

La chica de la guitarra.

 Ayer estabas con una guitarra y fumando un cigarrillo.
Me acerqué.
Me prestaste la viola y toqué los acordes que me dijiste que pulsara.
Cantaste...
Miré muy atento el diapasón porque 
si tan solo me sumergía
medio segundo en tus ojos,
hubiese bastado para equivocarme,
para ahogarme.
Eran hermosos,
y merecen miles
y miles de expresiones sensibles más.
Te quiero contar
que
a mí lo bueno me pasa (cuando me pasa) una vez.

Hoy te extrañé.

Gracias por la gloria que me dejaste
de que perdieras un colectivo para
cantar en mi compañía de souvenir.
Gracias por ese ratito.
Gracias por esta derrota.
Gracias por esta melancolía
 ardiente,
 fría 
que aprieta, mujer. 






Hong Kong


 Huelga en Hong Kong.
 Hace rato
el mundo se cae a pedazos.
 Hoy es lunes.
 Las radios tratan de hacer mas llevadera la mañana
de la
nación
Yo no puedo ignorar
que puedo salvarte con un mensaje,
y no es el de “todo va a estar bien”
Me lo guardo y eso es cruel.
Porque quizás vos,
que ni te preocupás,
que estás rascándote las bolas en tu casa,
en el sillón, mirando la tv ,
semicubierto con una frazada vieja
que pica,
comiendo galletitas,
y tomando a sorbos un tibio matecocido
así, en esa pose, vos
haciendo lo que tenes que hacer,
tenes mas chances de salvarte.
Bienaventurado, sos.

 Y la gente se sigue casando,
sigue festejando,
sigue ilusionándose con
una vida
hermosamente feliz...

La felicidad

¿Dónde está la felicidad? Debería dejar de preguntármelo ¿Cómo se decide con todas las fuerzas del corazón? Solo pude irrumpir en es...