martes, 21 de abril de 2020

La felicidad


¿Dónde está la felicidad?
Debería dejar de preguntármelo
¿Cómo se decide con todas las fuerzas del corazón?
Solo pude irrumpir en esta hoja en blanco.
y hacerme la pregunta de siempre.
¿Alguna vez fui feliz?
Alguna vez sentí armonía,
pero duró muy poco.
Realmente poco.
¿Cómo se decide con todas las fuerzas del corazón?
Quizás el descanso responda las mil cuestiones.
Quizás el descanso me cuide,
y valore lo que nunca valoré de mí.
Quiero no estar estando en el jardín de una terraza de una casa tomando unos mates.
Y no pensar.
Estar en el medio del cielo y el suelo.
oír la sinfonía del viento.
Y el movimiento de la ciudad, lejos.

jueves, 30 de enero de 2020

Desconocido


 odio que estés mal por mi culpa
mientras yo solo pienso en mí
quiero dejar ya de mirar la cicatriz
que me acompañes hasta la siguiente herida.

 cómo extraño voltear
olerte
dejar que la sangre se encargue.
pero hoy ni tu magia, nena puede hacerme sonreír
no merezco el acierto de tu risa
ni de cualquier cosa que me puedas dar

 no quiero ir por ahí
perdiendo la vida.
de maneras horrendas
flotando sobre lo que duele
me ahogo
hay un sórdido  silencio
si no estás
me muero de miedo
por  la noche azul
bajo
la luz de sal de la luna
los lobos se relamen
mi penumbra

martes, 21 de enero de 2020

Ignorante


  Quisiera ser más profano del mundo,
caminaría el camino en paz conmigo mismo
 Quisiera ser más profano del mundo,
hoy no necesitaría escribirte estos versos
 Quisiera ser más profano del mundo,
no contaría los días que bajo el sol me descuenta la luna con sus rumores de lenta muerte.
Quisiera ser más profano del mundo, y su gente…

sábado, 28 de diciembre de 2019

Nada es mío

nada es mío
sólo estas cuatro paredes grises
y un cielo gris
y mis fantasías
el vidrio de una ventana
empañado y frío
en un día de lluvia

después es todo prestado

ni este impulso
ni la tinta
ni la sangre
ni la luz
ni la oscuridad
nada es mío

(nunca nada será nuestro)

ni el aire
ni los diálogos con el viento
ni tu mirada que detiene el tiempo
ni el quiebre acumulado de ilusiones
ni lo que se va
ni lo que viene

sólo el sueño

ni el tesoro que tengo abandonado
(estoy como alquilando mi propia vida)

ni lo que muere
ni lo que revive
ni los reencuentros
ni las casualidades
ni el presente
ni el amor
ni el odio
ni tu propio engaño

sólo tu decisión

tu decisión puede hacer un mundo
puede destruir un mundo
puede arrastrar horizontes a velocidades inimaginables
y puede perderte en el negro espacio
y puede alejarte o acercarte
es un divino regalo
inventado en los cielos
es nuestra semejanza a ángeles
es mi reactor en el pecho

somos el hijo que se queda solo una quincena y deja morir las plantas
o somos un apasionado jardinero
es nuestro encargo por conciencia la vida
los días
y de nosotros se encarga el tiempo
una pregunta sin respuesta
desorientada brújula
la perla en la podredumbre

martes, 10 de diciembre de 2019

Un día millonario


Un día millonario
 Fue el 9 de diciembre de 2018 uno de los días más felices de mi vida. No me cabía en el pecho tanta alegría. No entraba tanto gol en la garganta. Fue un día perfecto para morir de emoción.
 Pero al final la muerte quedó del otro lado, la desilusión, la desdicha, desierta la esperanza en un equipo mutilado desde lo físico, mental y emocional.
 Ese día Napoleón, y su ejército invadieron Madrid y conquistaron una vez más. Pero esta victoria fue única en la historia. Irrepetible.
 No olvidaré jamás ese instante de suspenso y adrenalina que viví durante la corrida del Pity, no saldré nunca de la reacción  del asombro ante el regalo que nos brindó esa zurda colombiana, bruja, genia zurda que gatilló y tiró en el único lugar que podía entrar esa pelota que estaba asignada para un tipo talentoso como Quintero. Y cómo olvidar el desahogo de bronca y desazón en el empate que logró el Oso Pratto, que solitario y cazador encontró en el área la oportunidad después de una jugada elaborada fenomenalmente.
  Y lo más importante: El abrazo con la familia. Eso es lo que te deja un día como ese nueve de diciembre. Momentos indelebles en la memoria. Inclasificables sensaciones. Perfumes impregnados eternamente en el viento.

viernes, 29 de noviembre de 2019

Humedad


 Cuando caigo en depresión,
cuando me hago nulo ante los días,
me salvan del vil ensayo de muerte:
 un colchón de pétalos de rosas,
entregándome en alma
 a
 desesperados boleros
perfumando la atmósfera de cruenta melancolía,
de hermosas melodías,
musita su rezo en mis oídos
en mi nombre el olvido,
y a veces así es mejor.  

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Mier-coles.


Estoy muy cansado.
 Quiero irme.
Comer algo rico. Tengo antojo de bomba de acelga.
 O un buen sándwich de milanesa de carne frita.
Con una coca cola.
 Y de postre, un helado de limón al agua y chocolate amargo.
Necesito ver a mi familia, compartir una mesa con ellos.
Mi abuela quiere que vaya a verla.
Tengo ganas de llorar, no sé, de impotencia.
Quiero abrazarme al dolor, al vacío interno, al deseo, al miedo, al coraje escondido en un rincón oscuro de mi pecho.


La felicidad

¿Dónde está la felicidad? Debería dejar de preguntármelo ¿Cómo se decide con todas las fuerzas del corazón? Solo pude irrumpir en es...